jueves, 23 de agosto de 2012

D'ias 170-200: M'exico

Voy a empezar pidiendo disculpas a M'ejico, si es que una persona puede pedir perd'on a un pa'is, que creo que s'i, aunque no lo tengo muy claro. Pido perd'on porque voy a escribir sobre nuestra estancia all'i, pero lo voy a hacer de manera bastante resumida, as'i, como a bote pronto, porque me apetece y porque hay que darle canha a esto (que me dicen que voy con ligero retraso).

M'ejico es un grand'isimo pa'is. Cojonudo. Estuvimos en DF, Pachuca, Playa del Carmen, Palenque, San Cristobal de las Casas, Puerto Escondido y Mazunte. El norte no lo tocamos porque el horno no est'a para bollos por ah'i, y nos recomendaron mejor no pasar, y porque no hab'ia m'as tiempo, dicho sea de paso. Pero tengo que decir que, en ning'un momento, tuvimos noci'on ni rastro del horror que est'a sufriendo el pa'is por culpa de la escandalosa y sangrienta guerra de narcos durante los 'ultimos anhos. Nos trataron de maravilla.

M'ejico lo tiene absolutamente todo: historia, cultura, una gente encantadora, una comida tremenda, playas impresionantes, buenas fiestas, y todo, todito, todo a muy bien precio. Nos sorprendi'o mucho, para bien. Para m'i ha sido el pa'is de mejor calidad-precio donde hemos estado. Gran alojamiento, gran servicio, de muy buena calidad y a precios muy bajos. Una gozada de mes que pas'o muy, muy r'apido, y un lugar donde no nos hubiera importado pasar m'as tiempo. Ten'ia muchas ganas de M'exico, personalmente, y como con Argentina, ha cubierto mis altas expectativas, y con creces. Ha sido, sin duda alguna, una de las mejores paradas de este viaje. Espero volver a verte, M'ejico lindo!!! Y ahora, voy a hablar de 'el en forma de c'apsulas, de pequenhas burbujas, de lo que m'as me gust'o o m'as impresion'o en el mes que pasamos all'i. Y de mis perladas. Que no falten. Vamos con los bullets:

  • Vuelo Sao Paulo-M'ejico DF: ya soy fan de American Airlines. Qu'e nivelaco! Me sent'i como un cr'io con juguetes nuevos: pantalla personal delante de cada uno, pel'iculas, series, videojuegos, m'usica... No pegu'e ojo en toda la noche que dur'o el viaje. Y es que, comparado con Iberia, todo sabe a gloria.
  • Ruinas: M'ejico es un pa'is con una rica historia, y 'esta se ve reflejada en las numerosas ruinas mayas, aztecas y de otras 'epocas que hay diseminadas por todo el territorio. Estuvimos en tres de ellas: Teotihuac'an, Chichen Itz'a y las de Palenque. Las primeras est'an a las afueras de DF y son las de mayor extensi'on de las tres. Lo m'as destacable es subir a las pir'amides del Sol y de la Luna. Y desde all'i arriba, contemplar todo el paisaje de la antigua ciudad, y cargar de nueva y positiva energ'ia tu maltrecho esp'iritu. Tambi'en caminamos por la Calzada de los Muertos donde (supuestos) chamanes te ofrec'ian r'apidas y bastante dudosas purificaciones. La verdad es que subirse a una de esas pir'amides y descansar un rato en lo alto, sobre sus milenarias piedras, le deja a uno muy tranquilo. Lo 'unico negativo de ese d'ia fue el calorazo exagerado que hac'ia, y la cantidad de penha que hab'ia. Demasiada. Para subir a la del Sol, tuvimos que hacer cola durante un rato, como en las rebajas. Y esa masificaci'on de gente hace que todo pierda encanto. Las de Chichen Itz'a las vimos de camino hacia Palenque (creo). Y no tuvimos mucho tiempo, porque llegamos justos y casi nos cierran. Lo que m'as ilusi'on me hizo fue ver otra pir'amide, quiz'a 'esta sea la m'as famosa del pa'is. Es la de Fukulam. Tengo su foto como fondo de escritorio del port'atil desde el primer d'ia que ten'ia claro que iba a hacer este viaje. Tambi'en me hizo mucha gracia el poder ver d'onde jugaba esta gente a su m'itico juego de meter un bal'on por el arco. S'i! Ese arco de piedra, pegado al muro, en lo alto. No s'e c'omo se la apanhaban estos gachos parar meter una bola por ese agujero, porque no es muy grande que digamos, porque est'a como a unos 8-10 metros de altura, y porque no utilizaban las manos para jugar! Que los notas le daban con la cadera!! Muy fieras, punter'ia de diez. Y por 'ultimo, pero no por ello menos mol'on: las ruinas de Palenque. Fueron las que m'as nos gustaron. Por qu'e? Porque estaban en mitad de la jungla. As'i de simple. La frondosidad, lo salvaje y el verde de la selva, le dan mayor belleza, encanto y rollo a los antiguos templos. No es igual que pasearse por un secarral, lleno de arena, polvo y r'ios de gente. Nada que ver. El ninho de la selva!!!
  • La vieja palmera: ese d'ia, mirando a una vieja y seca palmera, me puse a pensar en las horas, en los d'ias, quiz'a semanas, en que no hab'ia llovido. Y me preguntaba si la marchita palmera, adem'as de sentirse necesitada, sedienta, ansisosa por recibir ese agua que le da la vida, no se sentir'ia tambi'en sucia, fea y acomplejada. Y quise pensar que s'i. Y que cuando lloviese y recibiese ese l'iquido para nutrirla por dentro, tambi'en la limpiar'ia por fuera, y le quitar'ia esa inc'omoda  capa de polvo, arena, humo y suciedad que la cubr'ia, y ella, la vieja palmera, volver'ia a sentirse m'as bella, limpia, radiante y feliz. Y entonces, volver'ia a estirarse erguida, toda recta, orgullosa, hacia el cielo de azul claro.
  • Papeo y bebercio: tacos, quesadillas, burritos, tortas, alambres, guacamole, chapulines, fajitas, enchiladas, chelas, pulque, mezcal y tequila.  Todo lo probamos, todo est'a riqu'isimo, y casi todo pica! C'omo les gusta lo del picante a estos t'ios. Recuerdo que un d'ia me pille unas Ruffles Queso. Bueno, no s'e d'onde se dejaron el sabor a queso, pero las putas patatas picaban como el demonio! Despu'es de sufrir como un masoca, s'olo me ven'ia una pregunta a la cabeza: ''C'omo diablos ser'an las Ruffles Jalapenho????''. El caso es que nos pusimos las botas durante todo el mes. Puestos callejeros, restaurantes, chiringuitos o cantinas, todo vale y cualquiera te ofrece buena calidad. Durante esos 30 d'ias empezamos a recuperar parte de los kilos que nos hab'iamos dejado en Brasil. Lo que no vino naaaaada mal.
  • Agabe: cap'itulo especial para esta planta sagrada, que es del tipo del c'actus, para el que no lo sepa. De ella se extrae, nada m'as y nada menos que, el pulque, el mezcal y el tequila. No te digo n'a y te lo digo t'o. Y por favor, mejicanos: no dejen que desaparezca el pulque! Nos contaron que estaba de capa ca'ida, que ya casi ni se toma ni se produce, pero a nosotros nos encant'o. No se deben de perder las tradiciones de un pa'is; al menos, las buenas. 
  • Frida Khalo: visitamos su Casa Azul (y la de su marido) en DF. Yo, sinceramente, no conoc'ia la vida de esta buena mujer. Me impresion'o. Vaya cojonazos que ten'ia la amiga. Qu'e fuerza, qu'e personalidad, y qu'e carisma.  Me gust'o mucho una frase suya que solt'o cuando le preguntaban por las continuas infidelidades de su marido: ''Quizá esperen oír de mí lamentos de ‘lo mucho que se sufre’ viviendo con un hombre como Diego. Pero yo no creo que las márgenes de un río sufran por dejarlo correr''. Ojito con Frida!
  • Los amigos de Pachuca: les conocimos cuando est'abamos a punto de irnos de Teotihuac'an. Nos empezaron a hablar y nos ofrecieron de su pulque. Y ya no nos separamos hasta el d'ia siguiente. Qu'e majos! Nos invitaron a Pachuca a pasar la tarde y la noche y all'i que nos fuimos todos metidos en su coche. 'Ibamos 8 en uno de 5 plazas. Con bien de pulque en las manos para el camino, y con la polici'a al lado y sin decir ni m'u. Moooola. Con ellos bebimos pulque, cerveza y tequila, charlamos, nos emborrachamos, cantamos y bailamos. Fue una inesperada pero gran noche, como suele pasar en estos casos. La gente acab'o a cuatro patas (literalmente). Adem'as de simpatiqu'isimos y de ser muy buena gente, eran una familia de artistas. Juan Manuel es escultor, Greta Luz es una magn'ifica pintora (t'enganla en cuenta, ya est'a en la Red, vean su obra), y su hija con tan solo 14 anhos ya es una pedazo de escritora, buen'isima. A ellos, y al resto de la tropa, y a todos los mejicanos buenos y carinhosos que hemos ido conociendo en todas partes del pa'is: muchas gracias, un placer!! "Salud, salud, salud!!''.
  • Monos aulladores: est'abamos paseando por las ruinas de Palenque, en mitad de la jungla. Cuando empec'e a escuchar un sonido de fondo, cada vez m'as alto. No sab'ia qu'e pod'ia ser. Ven'ia de cerca, detr'as de los largu'isimos y frondosos 'arboles. Parec'ia que era el sonido producido por los dichosos juguetitos que vend'ian en cada esquina, y que, soplando, imitaban los rugidos de un jaguar. Pero entonces, un gu'ia pasaba con dos guiris, y yo puse la oreja como de costumbre, que siempre se rasca algo y nunca viene mal. El sonido que proven'ia del interior de la selva lo estaban haciendo unos monos! No me lo pod'ia creer: era un zumbido bestial. Me emocion'e, empec'e a gritar a 'estos, que estaban subidos a otra ruina diferente a la que yo estaba, y r'apidamente, nos dirigimos corriendo hacia el ruido. Bueno, pues no vimos a los monos aulladores. Shit! Pero los pod'iamos escuhar perfectamente, estaban ah'i, cerquita. Flipamos mucho. Parec'ian m'as los rugidos de un felino que el sonido de un mono. Impresionante. No se me olvidar'a nunca esa extranha sensaci'on de inquietud al escuchar ese eco tan peculiar. Hac'ia un calor tremendo ese d'ia, con el Sol castigando fuertemente en todo lo alto. La legi'on de monos aulladores clamaba al cielo por un poco de agua que los refrescase.
  • Lucha libre: fuimos una noche en DF a presenciar varias peleas. No pod'ia faltar! Despu'es de pasar media tarde en una cantina, con tequila de por medio, y con las entradas y las m'ascaras ya compradas desde por la manhana (y ya puestas en el taxi de camino al pabell'on de deportes), est'abamos totalmente preparados para una noche de lucha libre mexicana. Y, amigos, qu'e malos eran!! Muy, muy paquetes. Hubo varias peleas, de peor a mejor nivel, y menos los 'ultimos, all'i no se  salvaba nadie. Nos dijeron que hab'iamos pillado un d'ia flojo. Joder, flojo. Si yo tengo m'as gracia peg'andome: al menos me caigo mejor. Aun as'i el level de los luchadores era lo de menos, porque la gente que va all'i no va a ver lucha. No, senhor. Ah'i la penha va a quitarse el estr'es, va para insultar al personal, para desquitarse de sus males cag'andose en todo lo que pueda sacar por su linda boquita. Para meterse con los luchadores buenos, los malos, el 'arbitro y las familias de todos ellos. As'i, de esta manera, se quitan todo el mal rollo acumulado de la semana, los agobios, la hipoteca, el jefe nazi, o la falta de sexo. Pero es que la movida est'a muy guapa!! Cuando llev'abamos dos minutos y vimos el percal, empezamos a hacer como ellos, y eso fue un no parar de burradas y cebatiles varios. Se me da bastante bien, la verdad. Dejamos buenas perlas en el ambiente y los mejicanos de cerca nos las aplaudieron con muchas ganas. A m'i no se me olvidar'a nunca una frase escuchada all'i. Que no ten'ia mucha miga, la verdad, pero es que un pavo que ten'iamos justo delante no paraba de gritarla como un loco, puesto de pie, cada cinco martilleantes minutos: ''Referee!!! Chingas a tu madreee!!!''. 
  • Playa del Carmen: Recuerdo sus aguas c'alidas y completamente celestes. Un mar de revista de viajes. Y los partidos de f'utbol-playa contra los mejicanos, que les d'abamos pal pelo, como no pod'ia ser de otra manera. Y me acuerdo tambi'en del MegaChiringuito. Ojito. El m'as grande del mundo. Monstruoso. Ten'ia como dos cocinas, mesas en la playa, terraza interior, una barra de 360 grados repleta de pantallas planas como para regalar, m'usica en directo, pantalla gigante al fondo del todo, otra terraza exterior arriba, carta de men'u y buffet libre, y todo lo que se te pueda pasar por la cabeza ahora mismo. Vaya garitazo. Ese chiringuito playero ten'ia m'as staff currando a la vez que toda la FNAC de Callao. 
  • El bicho de mi pie: podr'ia escribir un post enterito s'olo hablando de mi bicho, El Bicho, porque vaya movidote. Todo empez'o en Playa del Carmen, una noche que salimos y algo me debi'o de picar o de morder en mi pie izquierdo. No tuve el gusto de conocer al insecto en cuesti'on, ni siquiera le pude ver su m'as que probable cara de alien'igena, pero algo chungo deb'ia de ser. La cuesti'on es que a partir de esa noche, mi pie no era el de siempre, algo hab'ia cambiado: un extranho veneno recorr'ia uno de mis dedos, dejando una marca, una especie de vena color rojo, como recuerdo. No ten'ia buena pinta la cosa, ni mucho menos, pero el asunto parec'ia estar controlado. Lo parec'ia. De pronto, el maldito veneno (o el mism'isimo bicho desplaz'andose bajo mi piel, que no lo ten'ia yo muy claro) empez'o a correr m'as r'apido, y cuando me quise dar cuenta, ya se hab'ia extendido al resto de los dedos del pie, uno por uno, exceptuando el gordo, que resist'ia como un jabato. La movida acojonaba. Ahora s'i. Daba un poco de miedo porque era algo nuevo, y desconocido, y la verdad es que no me apetec'ia que me amputasen un pie por culpa de un puto bicho cabr'on. Lo mejor (de mejor nada) estaba por llegar: el rastro rojo que dejaba el veneno (o el bicho), pronto se torn'o cada vez m'as grueso y asqueroso, con volumen, de un color trasl'ucido... El rastro del veneno se estaba convirtiendo en ampollas. Flipas. Mu rico. Movidote. Suena fatal, lo s'e, pero visto todav'ia era peor. Todo este proceso dur'o varios d'ias, semanas, y cada vez ten'ia peor pinta el enfermo, porque el veneno (o el bicho!) se extend'ia por toda la parte superior del pie, como trazando pequenhas carreteras de un mapa, de un lado hacia otro, como buscando algo, hasta llegar a la altura del tobillo. Mi pie daba asco. Y 'estos, el Equipo, flipaban mucho, claro. Yo les ve'ia c'omo miraban mi pie, las caras que pon'ian, y digamos que tranquilidad no me transmit'ian. Pero yo, aunque repito que alg'un d'ia que otro s'i que me llegu'e a rallar un poquinho, como soy bastante huev'on para estas cosas, y como las medicinas no es lo que m'as gracia me hace, sab'ia (confiaba) que en el fondo no era grave, porque ni me dol'ia, y que tarde o temprano mi sistema inmunol'ogico acabar'ia con el veneno y lo expulsar'ia de mi cuerpo. Quer'eis saber el final??? Acert'e!! OEOEO'E! Mi pie volvi'o a tener un aspecto normal, al menos el de un ser humano. Eso s'i, como tres meses tard'o en desalojar mi pie el okupa y macarra veneno. Lo que tengo claro es que no me olvidar'e nunca de esa picadura, y tengo varias fotos muy guapis durante el proceso para aquellos intr'epidos que est'en intereados. Pero desde Myanmar ya estoy bien. Mis pies volvieron a ser Happy feet. 
  •  Cenote Dos Ojos: cerca de Playa del Carmen fuimos a un cenote a hacer snorkel. Qu'e es un cenote? No, no es una cena a lo grande. Es una masa de agua dulce que puede estar al aire libre y bajo tierra, como en una cueva. Con un gu'ia, las gafunis, las aletas, y una linterna cada uno, nos sumergimos en el medio l'iquido y nos metimos en la m'as oscura cavidad. Grutas estrechas, salas m'as grandes, zonas al aire libre donde los rayos del Sol golpeaban en el agua para mostrar su color azul claro, otras zonas realmente oscuras donde daba miedete meterse, estalactitas y estalagmitas, pequenhos y miedosos peces, y siempre presente, un agua totalmente cristalina. Oh yes, el cenote fue un pasote! Otra gran experiencia, que al principio daba un poco de cague porque nunca sabes a qu'e tipo de bicho te puedes encontrar paseando bajo tierra, pero que luego te vas relajando, te olvidas de todos tus miedos, y disfrutas como una sirena buceando entre cuevas de piratas. 
  • Terremoto: segundo se'ismo serio que sufrimos este viaje (el primero fue en Santiago), y segunda vez que no nos enteramos de nada. Y en 'este no 'ibamos borrachos. Conste! Fue en DF, a media manhana, y nosotros est'abamos en el hostal al punto de salir. 7,8 grados!!! Senhores, eso es un cebatil. En el anho 85 hubo uno tambi'en en DF, de 8,1, y mat'o a 10.000 personas. Esta vez s'olo hubo un herido. El epicentro estaba m'as alejado de la ciudad, y era mucho m'as profundo que en el del 85. Menos mal. No hubo muertos pero s'i que se reflej'o en el mobiliario de la ciudad. Nosotros no d'abamos cr'edito cuando lo vimos luego en la tele, o las fotos de los peri'odicos, o cuando la gente nos contaba lo mal que lo hab'ian pasado cuando se tambale'o todo su edificio, como si fuera una torre de naipes. Una vez m'as (y que siga la racha), tuvimos bastante suerte. Y qu'e conho! Hace falta m'as que un 7,8 para derrocarnos!
  • El entierro de la tortuga: una manhana, en la playa de Mazunte, hab'ia un tortuga en la arena. Como de un metro de largo y unos 30 kilos de peso. Muerta. Y all'i mismo que la enterramos, el vigilante de la playa y tres curiosos m'as que le ayudamos. Nadie sab'ia de qu'e hab'ia muerto, pero la verdad es que daba penita. Tal vez volvi'o a morir a esa playa porque es donde iba a poner sus huevos; o, simplemente, fue la marea la que la deposit'o all'i, ya muerta; o, quiz'as, en esta misma playa se enamor'o de una bella y graciosa tortuguita, cuando era joven (como 150 anhos antes), y desde ese mismo d'ia, se jur'o a s'i  misma que, con su amada o sin ella, volver'ia a esa playa, y yacer'ia en esa arena. Por qu'e no? Hay que ver lo rom'antico que me pongo con las tortugas.

jueves, 16 de agosto de 2012

Días 164-167: Itacaré

Después de diez días, Leo y yo conseguíamos salir de la isla. Más parecía Shutter Island que Morro, de lo complicado que era escapar de allí. Nos fuimos un poquito hacia el sur, a otro lugar que todos los que lo conocían lo recomendaban, esta vez en el continente. Se llama Itacaré. Es un pueblo de pescadores, muy tranquilo, y bastante humilde, aunque poco a poco va atrayendo a más turistas. Y no siendo una isla, también está repleto de playas muy bonitas. Además, es el sitio de Brasil más barato en el que hemos estado, con unos precios bastante aceptables y que daba gusto estar después de tanta punhalada. Por otra parte, es totalmente diferente a Morro: esto estaba lleno de brasucos, y no de argentinos!

Si Morro fue playa, fiesta y convivir con mucha gente nueva, Itacaré fue m'as playa pero muy relajado y mano a mano. Se estaba muy bien y nos hubiese gustado pasar allí algún día más. Las puestas de Sol eran también impresionantes, y como ya he dicho, las playas eran pequenhitas, pero muy bonitas y coquetas (odio esa palabra). Estuvimos en varias, como en la de Tiririca, pero la mejor de todas era Prainha. Playaca! Para llegar hasta ella, había que cruzar de nuevo la jungla, y para variar hubo un momento en que nos perdimos, porque había mil caminos posibles y allí no había un maldito cartel de senhalización ni pasaba ningún lugarenho por el camino. La diosa Fortuna estuvo esta vez con nosotros, y llegamos bastante rápido y sin jamada alguna. Y eso: que la playa se las traía. Qué guapo. Era como la de Lopes Mendes en Ilha Grande: virgen. Una gozadica! Ni chiringuitos ni ná de ná. Casi ni gente había porque estábamos cuatro! Una playa no muy grande, limitada a izquierda y derecha por grandes rocas, con arena fina y blanca, con la jungla como telón de fondo, y con un mar muy molón! Por fin unas olas guapas de verdad! Bien de olas y bien grandes. Me recordaba a cuando viví de peque en Viveiro, Galicia. Allí sí que había olas! Es mucho mejor, más divertido, un banho con unas olas que te den respeto, que te men'een bien el cuerpo, y no hacerlo en un mar que parece una sopa: no hay color!

Y es que allí, en Itacaré, sí que le meten mucho y muy bien al surf. Tienen las olas perfectas, y parece que tiempo libre les sobra a los colegas. Joder, cómo viven algunos brasucos de relajaos! Qué bien se lo montan. En comparación con ellos, hasta los espanholes parecemos más estresaos que una hormiga china. Sí, sí, sí, vimos varios tíos jóvenes que surfeaban de puta madre, mucho level. Manejaban la tabla como si fuese un skate. Pero también se veía al típico madurete tomándoselo con calma encima de su tabla larga y gozárselo a saco. Y ninhos también. Recuerdo que le hice una foto a una mocosa brasileira, que no paraba de intentar pillar una ola tras otra ya cerca de la orilla. No pillaba una. Pero esa ninha, con su traje de banho de princesita, y su pelazo a lo afro, en cinco anhos hará trucos encima de la tabla que no los hemos visto ni en la tele.

Qué tíos. Es que si me pongo a pensar, no es que le pegasen bien sólo al surf, es que allí todo quisqui también jugaba de lujo al fútbol y también hacían casi todos capoeira. Unas máquinas, te lo digo! Daba gusto verlos. Playa, atardecer, y capoiera. Los cuerpos que tienen (es as'in), la velocidad, agilidad y exactitud con que realizan todos sus movimientos. Es impactante la primera vez que ves un espectáculo de capoeira en directo. Impresiona. Van mucho más rápido de lo que te imaginas, y el margen de error con el que trabajan es mínimo. Fue una pena no tener más tiempo (el puto tiempo!) , porque quer'iamos recibir tres o cuatro clases y no pudimos. Lástima. Next time!!

La falta de tiempo... Y eso que al final pudimos retrasar dos días nuestro vuelo a  México. Si no lo llegamos a hacer, lo perdemos. Vaya estrés esos días con el cambio de vuelo, sus muelas! Eso nos pasó por atraparnos más de la cuenta en Morro... Pero, como casi siempre, todo nos salió a pedir de boca. Pudimos estar dos días más en Itacaré; pudimos pillar un bus hasta Sao Paulo, en lugar del vuelo interno que costaba un ojo de la cara; y como colofón, pudimos pasar una última noche de farra en la ciudad, y con unas chicas espanholas, muy majas, que conocimos en Morro y que una de ellas nos dejó instalarnos en su piso esa última noche en el país de la samba.

Después de un completísimo e involvidable mes y medio, abandonamos Brasil. Y dejábamos atrás también a Sudamérica. Qué pasada, qué rara es la percepción del tiempo. A veces me parece que hace sólo un mes aterrizábamos en Bogotá, nuestro primer destino, y otras tantas veces, parece que hayan pasado ya tres anhos. Colombia, Panamá, Ecuador, Per'u, Bolivia, Argentina, Chile y Brasil. Siento la expresión (bueno, no, realmente no la siento), pero casi me pongo palote al recordar todo ello. Inolvidable, irrepetible, y casi seguro que, inmejorable. Sudamérica: qué gran continente. Muchas gracias por todo! Y sobre todo: millones de gracias, besos y abrazos a toda la gente maravillosa que hemos ido encontrando por el camino. Gracias!! Gracias por todas las experiencias vividas y por todo el amor compartido.

Y, ahora qué?? Ahora, VIVA MÉJICO, CABRONES!!!!